Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador.
sábado, 7 de marzo de 2009
8 de MARZO. Día Internacional de la MUJER TRABAJADORA y de todas y todos los que luchamos por la Igualdad.
Los seres humanos somos personas; esto es, seres con derechos, con cultura, con pensamiento, con relaciones sociales. Y no hay ser distintos, todos somos iguales. No importa el color o la raza, el sexo o la ideología, ser mas capaces o menos capaces, ser hombre o mujer. Y los Estados, en sus leyes y costumbres, no hacen sino reconocer lo que a cada ser humano le pertenece por su condición. Con otras palabras, las declaraciones universales y los principios constitucionales de cada país no otorgan tales o cuales derechos, los reconocen como formando parte de la naturaleza humana.
Desgraciadamente no siempre y en todos los lugares esto es así. Y nos encontramos –para ignominia de la humanidad- lugares donde ni se reconocen, ni se respetan los derechos humanos; nos encontramos con leyes y costumbres que no reconocen o no respeta la igualdad y dignidad de todos, sean hombres o mujeres, de este o e aquel color o raza o creencia.
Para reparar la ignominia, para recordar el respeto a unos derechos que son de cada uno de nosotros, la sociedad recuerda en determinadas fechas determinados derechos. El 8 de marzo es el Da Internacional de la Mujer.
Y somos, o debemos ser, todas las personas quienes reclamemos en este día –ojala fuera todos cada uno de los días- que la discriminación de la mujer en el trabajo, en el poder, en la sociedad atenta contra la dignidad de todos. Y escribo todos porque esa discriminación injuria a quien la sufre e injuria a quien la permite. Lo he pensado muchas veces, lo recuerdo ahora: solamente cuando no se discrimine a la mujer –en el trabajo, en la sociedad, en el poder, en cualquier circunstancia- el hombre será plenamente hombre; todos somos iguales, y, mientras no lo seamos de un modo real y efectivo y no solo de palabra, no lo seremos ninguno, ni el hombre, ni la mujer; todas las personas somos iguales o no somos plenamente personas.
En este Día Internacional de la Mujer reclamo la eliminación en el trabajo de la discriminación de la mujer. Y en este Día Internacional reclamo, con toda la fuerza de la que soy capaz, la erradicación de la violencia sobre la mujer por el hecho de ser mujer. Sin esa igualdad en la dignidad y en el ejercicio de los derechos humanos la sociedad es imperfecta, además de injusta. Debemos recordarlo en este día, pero debemos exigirlo todos los días y en cualesquiera circunstancias
José Antonio Burriel
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