Llamo a la juventud. Miguel Hernández
Los quince y los dieciocho,
los dieciocho y los veinte...
Me voy a cumplir los años
al fuego que me requiere,
y si resuena mi hora
antes de los doce meses,
los cumpliré bajo tierra.
Yo trato que de mí queden
una memoria de sol
y un sonido de valiente.
...
Sangre que no se desborda,
juventud que no se atreve,
ni es sangre, ni es juventud,
ni relucen, ni florecen.
Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y son viejos cuando vienen.
La juventud siempre empuja,
la juventud siempre vence,
y la salvación de España
de su juventud depende.
1 comentario:
Es interesante esa reflexión sobre la juventud que plantea Miguel Hernández, realmente él la vivió de pleno, con sus ideales y la sacrificó por ser fiel a lo que sentía y expresarlo.
Es la mejor etapa para poderla canalizar en cualquier causa buena, cualquier causa justa, pues después desbordan las preocupaciones por otros aspectos de la vida. Saludos afectuosos.
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