Para la Cátedra de Religión. Eduardo Galeano
Cuando llegué a Roma por primera vez, yo ya no creía en Dios, y no tenía más que a la tierra por único cielo y único infierno.
Cuando llegué a Roma por primera vez, yo ya no creía en Dios, y no tenía más que a la tierra por único cielo y único infierno.
Pero no guardaba un mal recuerdo del Dios padre de los años de mi infancia, y en mis adentros seguía ocupando un lugar entrañable el hijo, el rebelde de Galilea que había desafiado a la ciudad imperial donde yo estaba aterrizando en aquel avión de Alitalia.
Del Espíritu Santo, lo confieso, poco o nada me había quedado: apenas el vago recuerdo de una paloma blanca de alas desplegadas, que caía en picada y embarazaba a las vírgenes.
No bien entré al aeropuerto de Roma, un gran cartel me golpeó los ojos:
BANCO DEL ESPIRITU SANTO
Yo era muy joven, y me impresionó enterarme de que la paloma andaba en eso.
No bien entré al aeropuerto de Roma, un gran cartel me golpeó los ojos:
BANCO DEL ESPIRITU SANTO
Yo era muy joven, y me impresionó enterarme de que la paloma andaba en eso.
Resulta muy interesante y curioso fijarse en los patrocinadores de la visita del Papa a España en los próximos días. Podéis verlo AQUI
- Banco de Santander (entre otros bancos): Que colabora en la visita del representante de Dios en la Tierra por un lado y por el otro deja sin casa a aquellos que no pueden pagar la hipoteca.
- Endesa: Que por un lado paga mientras que por el otro va cortando la luz a aquellos que por circunstancias no pueden pagarla, además de encarecerla más y más a costa de todos los españoles.
- SGAE: Sobran los comentarios.
Todo los Patrocinios se llevará a cabo obteniendo importantes deducciones fiscales que evidentemente repercutirá en el común de los españoles, creyentes o no.
Viñetas del El Roto
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