Viento Sur | por Juan José Téllez
Los veranos ya no son como antes. Incluso este año la Obregón no ha
posado en bañador, al secundar a la Familia Real que no festejó el
quincuagésimo aniversario de su boda por aquello de la crisis, aunque
nuestros monarcas no concretasen bien a qué crisis se referían.
Pero siempre nos quedará Sánchez Gordillo. El eterno alcalde de Marinaleda y líder de los jornaleros andaluces protagonizó esta semana su habitual alarde veraniego mediante la toma del palacio de los carritos, con sendas ocupaciones de supermercados en Écija y en Arcos. Operación Robin Hood: se trataba de mangar alimentos de empresas del ramo para repartirlas entra las ONG que ya ni siquiera tienen gobierno que las utilice porque está demasiado ocupando persiguiendo periodistas y asociaciones de consumidores. Medio mundo volvió a cargar las tintas contra el barbudo parlamentario de IU, tildándole de demagogo, antisistema y otros pecados. Sin embargo, para mí que ya no funciona ese salmo responsorial. Y es que el personal, pendiente de un ERE, parado sin paro, funcionario congelado o autónomo sin cobros, ya empieza a preguntar quién es el demagogo y quién el antisistema.
Sánchez Gordillo, a fin de cuentas, se ha metido a Curro Jiménez, pero el Gobierno electo prefiere ser Fagin, el maestro de carteristas de Oliver Twist, aplicándonos la severa disciplina del bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos, pero los ricos se seguirán librando de que les subamos los impuestos. ¿Cuál era nuestro sistema? El de la educación y la salud para todos. ¿Qué va quedando de todo ello cuando se estrangula a la enseñanza pública, se impone el repago farmacéutico y se expulsa de una patada a los inmigrantes de nuestras consultas? A los sin papeles se les quitará la tarjeta sanitaria el 1 de septiembre y al resto, a pesar de lo que ya han cotizado, se les exigirá que pague más al seguro que a un médico privado. Al facherío le parecerá bien, seguro, pero hasta que vea como termina pagando la radiografía hasta Roberto Alcázar, Pedrín y el Guerrero del Antifaz.
Aquí el sistema no se está hundiendo, sino que lo están hundiendo. Y el nuevo Cojo Manteca que rompe las farolas de todo lo que suponía nuestra civilización se llama ahora Mariano Rajoy. ¿Cómo vamos a tildar de perroflauta a Sánchez Gordillo teniendo a mano a Cristobal Montoro y a Luis de Guindos? El del pañuelo palestino al menos roba a los tenderos para darle choppedpork a los carpantas. Ese Gobierno tan listo que iba a ser nuestro mesías nos está mangando a todos para dárselo a los bancos. De hecho, ignoro por qué la policía no hace una redada en el Consejo de Ministros. Está lleno de punkies.
Fuente:
http://blogs.elcorreoweb.es/juanjosetellez/
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