Decálogo para salir de la crisis
José María Mella
Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid
Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid
*Artículo publicado originariamente en El Faro de Vigo el 17 de abril de 2013.
(Vamos a realizar una serie de entradas sobre la Crisis y sus consecuencias; procuraré que sean de profesores,economistas,sociólogos o historiadores. Siempre irá acompañada de la fuente de procedencia del artículo, salvo que sea personal. Creo que hay que animar a un debate que aclare y señale caminos. La pasividad nos mata. Vaya este primero como introducción al debate)
De esta crisis se puede salir. Es necesario claridad de ideas. A
continuación propongo algunas, basadas en los planteamientos de
Krugman, del que recomiendo la lectura de su último libro (¡Acabad ya
con esta crisis!).
Primera: “Lo que falla es la demanda”. Los consumidores no consumen, los empresarios no invierten y los exportadores no exportan lo suficiente.
Segunda: “Tu gasto es mi ingreso y mi ingreso es tu gasto”. Esto es obvio para todos, menos para los que nos mandan. Si los individuos nos apretamos todos los cinturones y también lo hace el gobierno, ¿quién compra la producción?
Tercera: “Gastar menos lo puede hacer un individuo o una familia,
pero no toda la sociedad”. Todos los países europeos compran menos de lo
que pueden producir: esto lo puede hacer un individuo; si lo hace toda
la sociedad: el resultado es la crisis.
Cuarta: “El único camino es el gasto público, cuando el sector
privado está parado” Porque el gasto público, induce el gasto de los
consumidores y la inversión de las empresas.
Quinta: “Cuanto más pagan los deudores, más deben”. Cuando hay
demasiados deudores debiendo, al actuar todos al mismo tiempo para pagar
las deudas, tienen que vender todo lo que tienen, los precios bajan y
la carga real de la deuda sube.
Sexta: “¿Cómo se reduce la deuda? Gastando menos, ¡No!; gastando más;
¡Sí!” Al gastar todos menos, ahorramos más; pero invertimos menos y
también crecemos menos y obtenemos menos ingresos. Al final, con menos
ingresos, ahorraremos menos para pagar las deudas.
Séptima: “Craso error ocuparse del déficit y no del desempleo”.
Ocuparse del déficit para ganar confianza no responde a la realidad,
como estamos viendo. En una crisis, el miedo al impago por parte de los
acreedores, que dudan de la solvencia del gobierno, no es por el
déficit, sino porque el país no crece y no crea empleo. Luego, se
necesita crecimiento y empleo para generar ingresos y devolver las
deudas.
Octava: “La austeridad expansiva es una doctrina fallida”. Recortar
el gasto en una crisis no sirve para crecer, sino para decrecer. Es lo
mismo que reducir los ingresos, no poder compensar los gastos y otra vez
la necesidad de más recortes, como los que está exigiendo de nuevo la
Comisión Europea al gobierno en estos días.
Novena: “Mientras Alemania no compre y España no venda, no hay
salida”. Los acreedores (Alemania y otros países del Norte) no quieren
gastar, pero los deudores (España y otros países del Sur) no pueden
gastar porque no venden. Si el Norte no importa, el Sur no puede
exportar. Resultado: la economía se deprime y el desempleo aumenta. Eso
es lo que nos está pasando. Y lo que la UE no quiere ver.
Décima: “Pleno empleo y mayor igualdad distributiva”, planteando un plan de crecimiento en toda Europa para generar empleo, mejorar los salarios y salir de la crisis.
Ideas, como ven los lectores, las hay. Lo que falta es voluntad para aplicarlas. Urge organizar una alternativa política para convertirlas en realidad.
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