lunes, 27 de octubre de 2014

SIMÓN RODRÍGUEZ. El Maestro de SIMÓN BOLÍVAR. TEXTOS DE EDUARDO GALEANO





SIMÓN RODRÍGUEZ.  EDUARDO GALEANO

Simón Rodríguez: el maestro de América

El 28 de octubre de 1769 nacía «el más cuerdo hijo de la América hispánica». Maestro de Simón Bolívar, e impulsor de una política educativa innovadora y libertaria, llevó a la práctica –como pocos– los ideales ilustrados de "libertad, igualdad y fraternidad". Para la ocasión, reproducimos tres textos del escritor uruguayo Eduardo Galeano, contenidos en sus libros Memoria del fuego 2. Las caras y las máscaras (Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2010), y Los hijos de los días ((Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2012). 
FUENTE:
Octubre
28
Hoy nació en Caracas, en 1769, Simón Rodríguez.
La Iglesia lo bautizó como párvulo expósito, hijo de nadie, pero fue el más cuerdo hijo de la América hispánica.
En castigo de su cordura, lo llamaban El Loco. Él decía que nuestros países no son libres, aunque tengan himno y bandera, porque libres son quienes crean, no quienes copian, y libres son quienes piensan, no quienes obedecen. Enseñar, decía El Loco, es enseñar a dudar.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
Gráfica de Marcelo Saratella.

Simón Rodríguez
       1796 
                                         San Mateo
Orejas de ratón, nariz de borbón, boca de buzón. Una borla roja cuel-
ga, en hilachas, del gorro que tapa la temprana calva. Los anteojos,
calzados por encima de las cejas, rara vez ayudan a los ojos azules, á-
vidos y voladores. Simón Carreño, Rodríguez por nombre elegido, 
deambula predicando rarezas.

Sostiene este lector de Rousseau que las escuelas deberían abrirse al 
pueblo, a las gentes de sangre mezclada; que niñas y niños tendrían que 
compartir las aulas y que más útil al país sería crear albañiles, herre-
ros y carpinteros que caballeros y frailes.

Simón el maestro y Simón el alumno. Veinticinco años tiene 
Simón Rodríguez y trece Simón Bolívar, el huérfano más rico de Ve-
nezuela, heredero de mansiones y plantaciones, dueño de mil esclavos 
negros.

Lejos de Caracas, el preceptor inicia al muchacho en los secretos 
del universo y le habla de libertad, igualdad, fraternidad; le descubre
la dura vida de los esclavos que trabajan para él y le cuenta que la no-
meolvides también se llama Myosotis palustris. Le muestra cómo nace 
el potrillo del vientre de la yegua y cómo cumplen sus ciclos el cacao 
y el café. Bolívar se hace nadador, caminador y jinete; apren de a sem-
brar, a construir una silla y a nombrar las estrellas del cielo de Aragua. 
Maestro y alumno atraviesan Venezuela, acampando donde sea, y co-
nocen juntos la tierra que los hizo. A la luz de un farol, leen y discuten 
Robinsón Crusoe y las Vidas de Plutarco.

      
Las ideas de Simón Rodríguez: 
                «Para enseñar a pensar»

Hacen pasar al autor por loco. Déjesele trasmitir sus locuras a los padres que están por nacer.


Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No 

nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad.

Instruir no es educar. Enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga

 Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos. No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su «porqué»al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: 

«¿Por qué?». Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos.



En las escuelas deben estudiar juntos los niños y las niñas. Primero, porque así desde niños los hombres aprenden a respetar a las mujeres; y segundo,porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.

Los varones deben aprender los tres oficios principales: albañilería, car

pintería y herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas 

más necesarias. Se ha de dar instrucción y oficio a las mujeres, para que no 

se prostituyan por necesidad, ni hagan del matrimonio una especulación para 
asegurar su subsistencia.


Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo 

compra.




Simón Narciso Jesús Rodríguez (nació en CaracasVenezuela28 de octubre de 1769* – muere en Distrito de Amotape,PaitaPerú28 de febrero de 1854), conocido en su exilio de la América española como Samuel Robinsón, fue un gran filósofo y educador venezolano, uno de los más grandes de su tiempo, tutor y mentor de Simón Bolívar al igual que Andrés Bello. Fue reconocido como profesor por su gran labor, empeño y perseverancia en la educación
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